jueves, 27 de agosto de 2009

Vacaciones... ¡¡¡ BIIIENNN!!!!

Y por fin llegan las esperadas vacaciones.
Mañana es el último día que trabajo, hasta el 22 de septiembre, programadas al milímetro, y en cuanto salga de trabajar me quito el reloj y desconecto el móvil, por lo menos la primera semana, que nos vamos a Tenerife, después una escapada rápida a Burgos y la ultima semana a Coruña con la Ex Dakaresa, así que como veis creo que necesitaremos otra semanita para recuperar de tanto viaje por la geografía española, pero no será posible, bueno mi reina si que le quedara otra semana a mi no, pero no me importa, solo el simple echo de estar de vacaciones, de cambiar de aires y de estar con mi reina las 24 horas del día, para mi es suficiente.
Que conste que el móvil y el reloj los dejo en casa, pero me voy con mi libretilla debajo del brazo para apuntar todo y poder contaros a la vuelta todas las vacaciones, para daros un poquillo de envidieja, pero sana eh!
Y con todo esto, que sepáis que estaré desaparecida unos días, a la vuelta os cuento.


Gracias Jo por el premio, es un honor para mi recibir este premio y mas viniendo de ti. Prometo en cuanto llegue de vacaciones hacer una entrada sobre el.
Gracias mil.

viernes, 7 de agosto de 2009

La Fiesta de La Borbolla


2ª Parte

Y llego el día grande…

El día amaneció nublado, como se esperaba, pero no por ello las ilusiones de disfrutar a tope el día eran menores, al contrario, a las diez y media estaban poniéndome el traje de llanisca, si, estaban, porque el traje en cuestión además de tener muchas piezas pesan todas bastante, ya que va entero bordado de pedrería imitando azabache y el plato fuerte del traje es el pañuelo que muy pocas saben ponerlo, pues va puesto como un casquete y sujeto por alfileres, todo un arte.
Terminada de vestir, hay que darse un brochazo para quitar las ojeras de trasnochar en la verbena y salir en busca de las flores para la chaquetilla porque lo que veis en la foto donde llevo las flores es una chaquetilla plegada sobre el hombro, otras de las tradiciones, siempre voy a la misma casa a pedirlas y ya esta la señora esperando por mi, y es que no vale cualquier flor ahora se ponen dalias. Cuando era pequeña, recuerdo que en casa de mi abuela tenia una planta en el corredor que por la época de la fiesta daba unas flores parecidas a las mimosas, y ya se encargaba ella (mi abuela) de prepararnos un ramillete para cada una de las que nos vestíamos de llaniscas en la casa, que siempre hay alguna, unos años mas que otros, pero siempre hay alguna moza que tocaba y toca el ramu del Molinu del Redondal (casa de mis abuelos), y como manda la tradición según estés casada o soltera se pone diferente, para mi este año fue el primero que le puse de casada, según dice, y que conste que se refiere al tallo de la flor, “rabu pa arriba comprometida, rabu pa abajo sígueme majo”, a mi este año y en los sucesivos me toda para arriba.
Ya terminado todo el acicale empieza la folixa, lo primero todas la mozas y los gaiteros vamos a recoger el ramu (una especie de andas, en forma de pirámide, de las que se cuelgan roscos de pan y se adorna con flores, para al final de la tarde se subasta para las mozas y mozos del ramu) y tocando las panderetas hacemos un pasacalles por todo el pueblo como avisando de que empieza la fiesta. El pasacalle termina delante de la iglesia donde todas en corro, con el ramu en el centro, tocando las panderetas cantamos una canción de bienvenida, para después entrar a oír misa, los que entran. Justo cuando estábamos terminando los cantares empezaba a llover, menos mal que no fue antes. Los que no entramos en la iglesia nos fuimos a tomar algo. Yo, me encontré con amigas que hacia muchos años que no veía, lo cual me alegró el día e hizo que se me pasara la depre del día antes cuando estaba en los ensayos, pues ellas también estaban vestidas de llaniscas y tocando el ramu.
Termino la misa, había que salir a la procesión y hubo unos momentos de duda si saldría la procesión o no por la lluvia, pero la lluvia cesó, y aunque no hubiese procesión tenia que salir todo el mundo de la iglesia, pues había que mover todos los bancos para poder hacer nosotras la reverencia (ofrenda del ramu tocando las panderetas y cantando) dentro de la iglesia, que es la parte mas importante para nosotras y es lo que mejor nos tiene que salir. Así que, salimos a la procesión, mientras los que se quedaban lo preparaban para nosotras. Regresamos y a tocar la reverencia, no salio perfecta, pero salio mejor de lo que yo esperaba, dado como habían salido los ensayos del viernes y las pocas mozas que estábamos tocando.
Y de la reverencia a la bolera del pueblu que es donde se hace la fiesta, a ver a toda la rapacería del pueblo bailar, porque desde hace muchos años no se contrata un grupo de bailes regionales, hace mas de 20 años, se van enseñando unos a otros y cada año hay mas, lo cual es genial, que no se pierdan las tradiciones, y que las sigan los descendientes del pueblu, y que he de decir que les salio fenomenal a pesar de que la bolera estaba un tanto embarrada del agua que había caído durante la misa, aun así desde aquí les felicito a todas y todos por el esfuerzo que hacen, pues ensayan solo quince días antes de la fiesta.
Después de tanto xarau de ramu, pandereta, cánticos y bailes regionales, a tomar el vermut para ir a comer, yo a agua que debajo del traje sentía como me deshidrataba por momentos, y hay que hacer vida social, aunque sea una vez al año, y saludar y charlar un rato con los que nos vemos de año en año, y de nuevo la lluvia nos echo para casa.
La comida en casa de mi tía fue de lo más tranquila, lo cual se agradece después de tanto trajín de acontecimientos durante toda la mañana, y que decir de las viandas, todo buenísimo… pensando en echarnos una siesta, ardua labor por mi parte, pues el traje no lo podía quitar, con lo que la siesta seria sentada en el sofá, aunque no hizo falta, la sobremesa fue tan amena y agradable que cuando nos dimos cuenta era la hora de salir, nos dieron casi las siete sentados en la mesa de la cocina charlando.
Vuelta a poner los zapatos de tacón, retocar la pintura de guerra y a por el ramu otra vez, esta ya para llevarle a la bolera cantar la despedida y subastar el pan. Llegamos delante de la iglesia que allí había quedado guardado por la mañana, y teníamos un coche aparcado en la mismísima puerta, cuando conseguimos encontrar al dueño, que el muy puñetero nos estaba oyendo preguntar de quien seria para que le quitase, media hora después se digno a quitarle, y cuando ya la puerta estaba libre, la puerta estaba trancada con llave, y el cielo cada vez mas negro, que se barruntaba lo que iba a pasar y sin tardar mucho, tardo tanto como lo que tardamos en llegar a la bolera con el ramu y en la segunda estrofa de la canción empezaron a caer unos goterones que si no nos movíamos de allí nos íbamos a poner como una sopa, pero de allí no se movía ni el apuntador, y yo no estaba dispuesta a cargar con el traje, según pesa por si solo imaginaros mojado, y por mas señas que les hacia a las de la primera voz para que fuesen a la ultima estrofa, no había manera, y con las mismas salí por patas a techarme y detrás de mi el resto, y ya no dejo de llover hasta las once de la noche.
Las perspectivas de que la fiesta siguiera adelante eran escasas, pero pocas cosas hay que a los jarotos se les ponga por delante, con las orquesta ya montando en la bolera y lloviendo a chuzos, y ¿Qué hacer mientras?, pues nos metimos en el bar, eso si, ahora a cervecitas, con mis amigas de toda la vida recordando cuando yo pasaba los veranos en el pueblu, y lo bien que nos lo pasábamos, y lo bien que nos lo pasamos toda la tarde, allí estuvimos hasta las once de la noche, que dejo de llover y las orquestas ya habían montado el fiestorro en el salón del pueblo, que no os penséis, es grande, tiene escenario, antiguamente era el teatro y mas tarde fue el cine. Hice lo que hacia muchos años no hacia, me quite el traje antes de cenar, ya estoy mayor, otros años el traje no me le quitaba hasta que me iba a dormir, y eso era al amanecer, y lo disfrutaba hasta el ultimo minuto, este año ya no podía con el, pero hay una cosa muy clara, que las hora que le tuve puesto lo disfrute y me lo pase fenomenal.
Ya después de cenar y como en la comida, tras una larga sobremesa esta vez con algún comensal mas y no por ello menos agradable y amena que la de la comida, nos fuimos a la verbena , aunque no estuvimos mucho, pues nos pusieron una actuación a las dos de la madrugada de un grupo cantabro que cantaban canciones populares, que para cantar a las 9 de la noche o en la sesión vermut serian ideales, pero a las dos de la mañana que lo que tenemos ganas la mayoría de los que estábamos era de bailar y pasarlo bien, la actuación nos dio pie para seguir la sobremesa en casa de mi tía hasta casi las cinco que volvimos al baile hasta las seis y media.
A pesar de esto, del día de agua que tuvimos, que casi se fastidia la fiesta de todo, de quitarme el traje a la hora de cenar y de la depre en los ensayos, tengo algo muy claro… el año que viene me vuelvo a vestir de llanisca, tocare el ramu y no bailare los bailes regionales porque no puedo ir a los ensayos, pero seguro, seguro los disfrutare como desde que era una cría, que para eso voy a la Fiesta de la Borbolla.

Y el año que viene… más y seguro que mejor.

miércoles, 5 de agosto de 2009

La Fiesta de La Borbolla

1ª Parte



Y por fin llego…


Un año entero esperando LA FIESTA... si, con mayúsculas, porque para los que la sentimos como la sentimos es con mayúsculas.

Y todo esto porque soy jarota (jarotos, gentilicio de los de la Borbolla) por descendencia ya que mi segundo apellido es Borbolla.


La semana pasada no tenia muy claro si ir, desde el martes las predicciones meteorológicas no eran muy favorables, y el jueves me auto convencí que no íbamos, craso error, a la media hora estaba que me tiraba a las paredes solo de pensar que no íbamos, a si que sin mas me puse a preparar la maleta y todos los complementos para el traje de llanisca que me pondría el sábado, porque si, a pesar de mi volumen me pongo el traje de llanisca y lo disfruto como la que mas, y todos los años digo lo mismo, que no voy a tocar el ramu (tocar la pandereta y cantar haciendo la ofrenda del ramo), pero al final me lían, y yo que me dejo liar y ahí estoy metida en todo el sarao, que en el fondo me encanta.

La fiesta ya empieza el viernes. Cuando llegamos estaban en plena faena de decorar el pueblo con banderines y limpiarle para el día siguiente. Nosotras después de dejar los bártulos en casa de mi tía nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo a saludar a la gente que veo de año en año y después a los ensayos, eso si que fue deprimente, cuando salí le dije a mi reina que era el ultimo año que me vestía, nunca en mi vida me había sentido tan vieja, era la mayor de todas las mozas del ramu, deprimente… menos mal que al día siguiente las cosas cambiaron algo, por lo menos para que se me quitara la depre y sintiera ganas de vestirme el año que viene.



Después de repetir algunos ensayos, de pensar que si el sábado salía como estaba saliendo seria desastroso, de las típicas broncas la víspera de la fiesta, que son realmente típicas, nos fuimos a cenar para ir a plantar la “hoguera” o “joguera”, si, esta bien escrito, plantar no quemar, porque se planta un eucalipto, que los mozos del pueblo van a cortar y se trae a hombros por todo el pueblo hasta la bolera, y allí después de atarle unas cuantas sogas para poder tirar de el, la bandera de España y de Asturias y un ramo de hortensias se empieza a levantar, amenizado por los cantos de las mozas con las panderetas:



.- Arriba la hoguera arriba, arriba el verde madero, que lo vamos a plantar, por ser la fiesta del pueblo.
.- Esta hoguera fue cortada, donde ninguno lo sabe, esta hoguera fue cortada, por unos buenos chavales.
.- Si no pueden los solteros, ayúdenles los casados, que ellos también fueron mozos y también les ayudaron.
.- Gracias a vuestro valor, la hoguera ya esta plantada, toda cubierta de flores que no se le ven las ramas.



Ardua labor, no penséis… el eucalipto en cuestión media 30 metros, y donde se planta no es en campo abierto, sino, en una de las calles del pueblo, hay que atinar bien y dirigir la operación con delicadeza para que nadie se haga daño y no romper nada, como el muro donde se queda pegada la hoguera, o los cables de la luz que pasan a un metro de toda la operación. Este año les costo un poco mas, pues las cuerdas de las que tiraban se desataron cuando la hoguera estaba levantada del suelo unos 5 o 6 metros, y bajarla era muy peligroso, así que tuvieron que volver a atar las cuerdas sin mover la hoguera de la difícil posición en la que se había quedado, pero con todas las complicaciones, y animados por todas las personas que estábamos contemplando la ancestral costumbre, consiguieron plantar la joguera.
Ya terminado esto, nos echamos unos bailes en la verbena y a la camina.



Mañana será otro día…